Frases Célebres de Woody Allen
Frases Célebres
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo.
En realidad, prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire.
El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír.
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro.
El sexo sólo es sucio si se hace bien.
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
La única manera de ser feliz es que te guste sufrir.
La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.
En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
De pequeño quise tener un perro, pero mis padres eran pobres y sólo pudieron comprarme una hormiga.
Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición.
Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.
No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda.
Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme 'La guerra y la paz' en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia.
¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?
Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.
Si Dios tan sólo me hiciera una simple señal, como hacer un ingreso a mi nombre en un banco!
Antes, por cinco marcos, el mismo Freud te trataba. Por diez, te trataba y te planchaba los pantalones. Por quince marcos, Freud permitía que tú le tratarás a él y eso incluía una invitación a comer.
La muerte de Freud, según Ernest Jones, fue el incidente que causó la ruptura definitiva entre Hemholtz y Freud, prueba de ello es que en muy contadas ocasiones volvieron a dirigirse la palabra.
No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago.
Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción rápidamente: alquilan mi habitación.
No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo.
Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida.
El cerebro es mi segundo órgano en importancia.
No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior.
En Estados Unidos no se acuerdan de la guerra con España de 1898. Lo más viejo allí tiene diez años.
El trabajo es una invasión de nuestra privacidad.
Una película de éxito es aquella que consigue llevar a cabo una idea original.
El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras.
Sigo preguntándome si hay vida después de la muerte. Y si la hay, ¿Le cambiarán a uno un billete de veinte pavos?